Nos pasamos la vida haciéndonos promesas a nosotros mismos, las cuales nunca llegamos a cumplir.
Nos ponemos metas que poco a poco van convirtiéndose en más sencillas.
Nos retamos y nos dejamos ganar.
Siempre terminamos perdonándonos nuestros propios errores.
Se pasan la vida haciéndote promesas que nunca cumplen.
Se ponen metas que se transforman en otras más sencillas.
Se retan y se dejan ganar.
Y nunca les perdonas sus errores.
Aprende a juzgarte y sabrás juzgar a los demás.