Nunca me regales una rosa.

Puedes pensar que la quieres.
Porque ella no es una niña,
no juega a las muñecas.
Ahora se ha convertido en una.

Ya no es tu muñeca,
la has dejado escapar.
No quiere que le enseñes la ciudad,
se sabe guiar.

Las relaciones, al igual que las plantas. Si no las riegas, mueren.

Y aunque nadie me lo había dicho, comprendí que cuando una rosa se marchita, también lo hace la relación.

No me han gustado nunca las rosas.

Te echaré de menos.

Reencuentro

- ¿Qué sabes de aquella chica que solía hacer teatro con nosotros?
- La veo por la calle cabizbaja.
- Yo también.
- Sigue sin encontrar su vocación.

Viajar rima con Escapar

Mientras viajaba cerraba los ojos.

Imaginaba su vida en aquellos lugares, con aquellas personas.

Mientras viajaba le gustaba imaginar.

No le gustaba escuchar música, prefería escuchar el ambiente.

Tampoco le gustaba leer, prefería apreciar el movimiento.

Pensaba que a sus sentidos se les podían escapar detalles.

Cuando escapaba de la realidad era cuando realmente se sentía viva. 

Cuando únicamente podía conversar con ella, contarse sus secretos. 

Esos que ni siquiera ella comprende.

Esa realidad, que ella sólo encuentra lo más lejos de tu actual realidad.

Ella prefiere escapar, no se quiere introducir en tu mundo.

Se muere por viajar.

El mundo le ha demostrado que tiene un lugar en el, un lugar que tiene que descubrir.